P R E S E N T A C I Ó N

Nací heterosexual. Si es que cuando naces ya sabes que sexo te atrae, claro. Mi primer novio lo tuve a los 6 años. Un vecino con el que jugaba a los Playmobil en su garaje. En esa edad era más la grandeza de decir la palabra NOVIO, que no los hechos que la misma palabra conlleva.

Y así seguí… Hasta los 12 ó los 13 más o menos. Un día en clase me di cuenta de que mi profesora me atraía. Y vaya si lo hacía… Deseaba que llegara la noche para soñarla al lado de un futuro a su lado que jamás llegaría. Y así fui creciendo. Venía un novio tras otro con los que digamos no fui precisamente precoz. A su lado tan sólo tenía ojos para ellos. Pero cuando me quedaba sola es cuando realmente me daba cuenta de que sí, me gustaban, pero también me fijaba en las chicas. Aunque yo para eso digamos que soy un tanto especial… 6 de cada 10 chicos me parecen atractivos, de los cuales termino descartando la mitad. Con las chicas es distinto. Busco algo más que físico. Busco atracción, complicidad. Con ellos miro el presente. Con ellas, el futuro. Y así paso los días. Con una vida paralela que pocos conocen, y que espero compartir a partir de ahora con vosotros.