miércoles, 23 de noviembre de 2011

Chozas de la ruta de la plata

Hace unos meses, me llegó al correo un vídeo. Al verlo me cautivó por dos motivos: por la tranquilidad energizante de su música, y por las increíbles imágenes que aparecen en él. Desconectar es fundamental, y si podéis, esta parece una genial opción. Todo vuestro.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Vivir más y mejor

¿Qué harías si supieras el tiempo exacto que te queda por vivir? Con esta pregunta me pongo en pie muchas mañanas dispuesta a comerme el mundo, pero después de desayunar me siento tan satisfecha que ese deseo se queda para la siguiente mañana que me asalte el apetito.

Quizá si supieras los días que te quedan por vivir harías todo lo que hasta ahora no has hecho. O quizá te sentarías a esperar. Puede que, por primera vez en años, te sentaras en la terraza para mirar más allá de las malas hierbas y ver un horizonte claro e inspirador. O talvez decidieras pasar más tiempo en casa y menos en el trabajo. Yo creo que deberíamos apostar, simplemente, por sobrevivir menos y vivir más.

Por eso desearía no saber cuánto tiempo me queda, y limitarme a vivir cada segundo como si realmente fuera el último. Eliminaría de mi vocabulario frases como 'algún día' y 'quizá en otro momento' por otras como 'hoy mismo' y 'ahora'. Diría a quienes me importan, lo mucho que les quiero. Aceptaría las críticas sin rencor, y los halagos sin desconfianza. Saldría a pasear sin tener que maquillar los defectos del interior perfeccionando el exterior. Escucharía más y oiría menos. Bromearía más y me enojaría menos. Me quitaría todo el rencor de encima para vivir en tranquilidad. Reiría más y lloraría menos. Pero, sobretodo, reflexionaría. Me tumbaría en la arena a dejar que el sol aclarara mis pensamientos. Me dedicaría a pensar más y olvidar menos. A aprender de mis errores y a saborear los momentos de satisfacción que parecen ahora insuficientes. Sin duda, y por encima de todo, me dedicaría a vivir más y mejor. Cosa que, lamentablemente, nos hemos olvidado de hacer. Y es que precisamente, en uno de esos momentos de reflexión perdidos en tiempo muerto, recordé algo que tiempo atrás fue capaz de abrirme los ojos. Fue ésto:

[No Te Quedes Sin Leer El Resto...]

viernes, 13 de junio de 2008

Tiempo

Hola de nuevo a todas... No sabéis cuanto de menos os he echado! Pero creo que ha llegado otra etapa en mi vida :( No me siento con fuerzas para escribir... Más que fuerzas, no creo que en estos momentos tenga la calidad necesaria!! Pero quiero agradeceros a todas el apoyo que, sobretodo en el último post -que eliminé por razones obvias de mi estupidez- me habéis dado!! Me sirvieron tanto vuestro consejos... Tanto!!!!! No me despido porque sé que volveré. No sé cuando, pero lo haré. Cerré el blog un tiempo. Quería desconectar. Pero caí en el error de no deciros nada :( No sé... sois geniales. Os he cogido mucho cariño... y sé que tarde o temprano volveré a escribir!!! A penas tengo tiempo para conectarme, pero iré pasando por vuestros blogs!! Os tengo que dar mil veces las gracias porque gracias a vuestros comentarios logré superar ese 'aspecto' de mi vida que me tenía estancada!!! Mila y Bonsai... sois de lo mejor que he conocido! os he echado de menos y espero que, si este verano me voy por el sur -que seguramente sea así- poder visitarosss!! Jejeje! Os quiero!!! Carmen, esto también va por ti... Que si me voy al sur sé que tengo una amiga ahí ;) Espero que sepas que por el norte tienes otra amiga!!! Leeeiii... qué decirte a ti? Definitivamente, ahora entiendo porque has estudiado psicología... Al leer tu comentario, cambié el chip. Desde entonces.... decidí aislarme, saber lo que pasaba, y olvidar lo que creí que no podría hacer! Ahora estoy mejor :DDDD Hace tanto que nos conocemos :_( En fin, si quieres 'Pensamientos' creo que intentaré renovar! Vamos, que me dejo de muchas, pero sois las que post a post me habéis ido apoyandO! En fin, OS QUIERO. Y aunque me cueste, cuando me encuentre escribiré de nuevo! Mientras llega el momento, disfrutad!

miércoles, 2 de abril de 2008

Absurdas Contradicciones

Siento la lluvia caer. La oigo de lejos, pero penetra en cada poro de mi piel. Se mezcla con las lágrimas que intentan borrar el ayer. No lo consigo, porque no hay ningún ayer pendiente, pero si un presente que en un futuro próximo podría pasar a ser mi más triste ‘ayer’. Incomodidades, incertidumbre, ramas que se cuelan por mi mente y me desvían de lo que en realidad quiero.

Sé quien soy, pero a veces olvido quien quiero ser. Dos caminos paralelos que un día se cruzaron y, desde entonces, son parte del mismo.

Olvido que es mejor desear lo que tienes que tener lo que deseas. Descuido que las tentaciones son parte de las carencias del amor, y me pierdo entre ellas. Deseo más de la cuenta, pero a la vez espero sentada por puro conformismo.

[No Te Quedes Sin Leer El Resto...]

martes, 18 de marzo de 2008

Mair siempre hablaba a Caris con dulzura y, cuando nadie las miraba, le rozaba un brazo o un hombro y, en una ocasión, incluso una mejilla. Caris no la rechazaba, pero se reprimía a la hora de corresponderla. No era porque creyera que se trataba de un pecado, pues tenía la certeza de que Dios era demasiado sabio para crear un mandamiento que condenara a las mujeres por darse placer mutuamente sin hacer daño a nadie. Sin embargo, tenía miedo de decepcionar a Mair. La intuición le decía que los sentimientos de la monja eran intensos y claros, mientras que los suyos eran imprecisos. Está enamorada de mí -pensó Caris-, pero yo no siento lo mismo por ella. Si vuelvo a besarla, puede albergar esperanzas de que seamos almas gemelas de por vida, y yo no puedo prometerle eso.

Se trata de un párrafo de -hasta el momento- uno de mis libros favoritos. Es 'Un mundo sin fin', la continuación de Los Pilares de la Tierra de Ken Follet. Leí esto y, simplemente, no pude estar más de acuerdo. Así que me apetecía compartirlo, y aquí está. Nada más que decir: siglo XIV, dos monjas -una por vocación y otra por obligación-, roce de por medio y muchas verdades escondidas entre líneas! Feliz Semana Santa para las que tengáis vacaciones! Para las que, como yo, trabajen... paciencia ;)

jueves, 14 de febrero de 2008

La Fuerza Del Deseo

Le gustaban las mujeres, eso no podía negarlo. Pero hasta que no la vio contornear sus caderas en medio de la multitud, no comprendió hasta qué punto. Al instante se sintió atraída por esos ojos oscuros que penetraron en los suyos tras un fugaz cruce de miradas. La examinó hasta que sus ojos rasgados le dieron la espalda. Su pelo se movía a merced del viento. Y esa figura perfecta que destacó entre todos los que la rodeaban se iba perdiendo tras cada huella que dejaba en su ser. ‘Qué suerte tenía su acompañante’ pensó. Mientras la chica de los ojos rasgados se alejaba, ella estaba allí, de pie sin moverse, siendo consciente que no volvería a verla. Y para su sorpresa, la tuvo en sueños día sí y día también.

Le costaba recordar los rostros, pero el de esa mujer lo tenía gravado más allá de la mente: le había entrado al corazón, le bajaba por el pecho y se colaba por lo más íntimo de sus deseos.

[No Te Quedes Sin Leer El Resto...]

martes, 12 de febrero de 2008

V I V I R

Cruzar los dedos y soñar. Plantarle cara al tiempo y ganarle la partida. Reír tomando un cortado con esa amiga de toda la vida. Llorar de felicidad. Pensar en un mañana lleno de deseos cumplidos. Desear la vida que tienes.

Acariciar el aire con la cara. Sentir la brisa que te hace libre. Llenar el calendario de días marcados. Disfrutar mirando el mar. Deshojar una flor sin pensar si te quiere. Saber que te quiere.

Amar sin tener que ocultarlo. Dar un beso con el corazón. Abrir los ojos y ver que ella los tiene cerrados. Acariciar su mejilla. Besarle en la espalda. Sentirte bien contigo misma.

[No Te Quedes Sin Leer El Resto...]

Palabras Cortas Para Significados Largos

Un mes. Que palabra tan corta para un significado tan largo. Un mes de ausencia, de días de remordimientos. De intenciones de entrar aquí y volver a escribir. Días de sensaciones varias. De momentos ahogantes. De secretos que ahora comparto.

En primer lugar, desde que tengo mi primer trabajo serio de periodista, no paro en casa. Tiene su parte mala. Pero la buena es que me hicieron fija.

Mi niña y yo hicimos 5 años el sábado pasado. Parece mentira... Tan poco tiempo y tanto a la vez. Creía que mi sorpresa era llevarla a un museo, y después irnos de cena romántica. Y cuando llegamos a Barcelona, a la estación, la invité a fumar. Se extrañó, dado que desde que salió de trabajar la llevaba con prisas. Me puse detrás de ella. Y así fue todo

[No Te Quedes Sin Leer El Resto...]

viernes, 11 de enero de 2008

Irracionalidades

Últimamente siento la necesidad de escribir. Pero no sé ni cómo hacerlo ni sobre qué. Será una de esas épocas necesarias para evadirse de la realidad. No tengo apenas tiempo para sentarme delante del ordenador, pero en cambio echo de menos esas conversaciones que últimamente tenía con vosotras a través de los comentarios en nuestros blogs. Es algo curioso. Como si pensara en mi vida viéndome desde fuera y excusándome con todo con un “ya lo haré”, moldeando el tiempo a mi medida como si yo lo dominara. Y no hay verdad más triste que saber que es él quien nos tiene dominadas.

Un buen día me levanto –con prisas, como siempre- y pienso que podría ser el día ideal para cambiar de vida. O para decirle a esa persona que me atrae, por poner un ejemplo. Pero no hay manera. Y me pierdo por ser tan cobarde.

Jamás me pregunté conscientemente si tengo la vida que he deseado, aunque sé que en mi subconsciente me repito una y otra vez la misma pregunta. Pero, como si fuera a vivir eternamente, me contesto “ya lo pensarás mañana”. Y ese mañana nunca llega. O siempre pasa de largo. Hasta el día en que por fin reaccione y sea talvez demasiado tarde.

Ahí es cuando me doy cuenta que soy un títere de la realidad. Y cuando su súbdito, que pone sus horas en un reloj de arena, se dedique a dejarme sin cabeza sé que voy a lamentarme de mi tranquilidad.

Pero por suerte me sigue quedando este rincón, que no tengo tan actualizado como me gustaría, pero que sólo con saber que vosotras entráis de vez en cuando me sirve para sentirme más feliz. Parece mentira el cariño que se puede llegar a coger a las personas tan solo leyendo sus palabras. Me he pasado media vida rodeada de gente, y el cariño que os tengo a vosotras, os aseguro que con mucha gente que conozco no lo tengo.

Y al final, dejando fluir los dedos a la misma velocidad de mis pensamientos (¿sentimientos?) me ha servido para sentirme un poco más satisfecha conmigo mismo. Que ya tocaba. Feliz fin de semana.

jueves, 27 de diciembre de 2007

¿A Qué Huele La Navidad?

La Navidad parece transformar los pueblos, las ciudades, la vida de la gente.

Salgo de casa. Huele distinto. Paso por una calle que nunca antes me pareció tan larga. La gente va a paso lento, cargada con decenas de bolsas en la mano. Oigo risas, encajadas de manos, el sonido de unos besos que en otras fechas se perderían en el aire. Pero es Navidad. Ahora todo es distinto, mágico, especial.

Paso por delante de una cafetería. Está llena. Y a través del cristal empañado me apresuro a adivinar las intenciones de la gente. Un humo cargado difumina caras felices, sonrisas de ilusión. En una de las mesas, una chica coge una copa y brinda. Otros, la imitan. En otra mesa, una mujer le da un fuerte abrazo a un chico que acaba de entrar por la puerta.

Sigo mi camino. Dos mujeres se paran en medio de la calzada. Dejan las bolsas en el suelo y, como si estuvieran solas en esa calle que en un día cualquiera recorrería en dos minutos, empiezan a charlar de las comidas navideñas. Al otro lado, un hombre mayor habla por teléfono. Parece concretar una reunión familiar o, mejor dicho en estas fechas, una comida navideña. Dos chicas entran en una tienda de ropa. Por lo que aparenta el escaparate, buscan alternativas varias para la noche de fin de año, que puede llegar a ser muy larga. Una pareja de edad media entra en una tienda de juguetes. Un niño observa, a través del escaparte, una videoconsola. Se apresuran a decidir si se la pedirá a Papa Noel al niño, o si por el contrario, la escribirá en la carta a los Reyes Magos.

Yo sigo mi camino. Esta vez me percato del leve ruido de fondo que cada vez se va haciendo más persistente. Son villancicos, pero no provienen de ninguna parte. Segundos después me doy cuenta que el sonido lo emiten unos altavoces provisionales encargados de llenar, con esas suaves melodías, los corazones de la gente. Para llenar ese vacío que parece guardarse para la Navidad. Para que hagan la llamada que olvidaron hace meses. Para que traigan bombones a ese alguien especial. Para comprar ese detalle que tanta ilusión haría a aquella persona que, en mayor o menor grado, es importante en nuestras vidas.

Me apresuro a comprar la botella de cava que, de hecho, es lo que había ido a hacer y, de vuelta a casa, me cruzo con aquella amiga que hace tiempo prometí llamar. Pero ahora es distinto. Vamos a la cafetería. La chica y el chico, cogidos de la mano, se van. La otra chica que sostenía la copa, la tiene ahora vacía. Los demás siguen sonriendo.

Salimos. La calle sigue estando llena. La gente continúa saludándose entre sí. Es curioso como saludos que un día pasan desapercibidos, en estas fechas se acentúan de tal manera que nadie diría que la causante de todo es la misma Navidad.

Se hace tarde, me dirijo a casa. De camino observo los hogares. En su interior hay luz. En los balcones, distintos colores parpadean. A través de la ventana veo un árbol de Navidad y un Belén. Un niño corretea por el comedor con un gorro rojo en la cabeza.

Llego a casa. Al cabo de un par de horas me acuesto y pienso en lo que significan las navidades. Cambian tanto los sentimientos de la gente... ¿Será su significado? ¿Sus tradiciones? ¿Será su aroma?

Sí. Será su aroma. La calle huele distinto en Navidad. El aire es diferente. La gente no parece la misma. Sí. Es su olor. La navidad huele a buenos deseos, a fiestas interminables alrededor de una mesa llena de turrones, barquillos, polvorones, cava y bombones. A reencuentros llenos de comida que jamás imaginaríamos hacer. Huele a paz. A aire libre. A felicidad por los que están y a nostalgia por los que se fueron y echamos de menos.

Lo malo es que dos semanas saben a poco. El resto del año, ese aroma se desvanece. La gente respira la rutina de cada día. El stress sustituye los saludos alargados por una breve mueca. La paz parece olvidada en un cajón, donde será rescatada 365 días después. Y yo, al salir a la calle, siento nostalgia de ese ambiente ideal. Será cuestión de esperar un año más y hacer caso a un popular anuncio de turrones que, analizado, parece frívolo: “Vuelve, a casa vuelve, por Navidad”.

Si Navidad es época de deseos, yo deseo que el mío se cumpla. Feliz 2008.

viernes, 30 de noviembre de 2007

Anécdotas

A veces pienso que debo tener un chip para que las cosas curiosas me pasen a mí. Una vez, en el tren, se me acercó un chico. Me miró y me dijo “por qué no te enrollas conmigo?”. Me quedé flipando. Yo y las otras dos personas que estaban escuchando la conversación. Obviamente yo, que venía de quedar con mi novia, le dije que no.

Otra vez, en la discoteca, un chico me dijo que se había enamorado de mí. Obviamente, son efectos de la noche, el alcohol, y demás. Yo estaba en un piso de estudiantes y, aún no sé cómo, terminó en mi cama, en calzoncillos, y yo mirándolo con cara de pocos amigos y resignándome a tumbarme ahí.

Pero el colmo fue el sábado. Iba con mi chica en tren, yendo hacia su casa, cuando empecemos a darnos besitos. Pocas veces nos damos besos en el tren, pero fue un momento de esos “dulzones”.

[No Te Quedes Sin Leer El Resto...]